lunes, 13 de marzo de 2017

Lo siento, hermano.

Si estas leyendo esto simplemente quiero anticipar mis pensamientos que en serio, no son del todo malos.
Simplemente la rabia siempre forma parte de mi, y se me fue de las manos sea lo que sea que haya dicho.
No quise ser malo, no quise insultarte, no quise separarme de vos, capaz no eras alguien que me hacia mal.
Capaz solamente querías ayudarme, quisiste brindarme un consejo, y yo te di la espalda.
Estaba enojado, estoy enojado, y me voy a arrepentir mucho en un futuro.
Sé que no tenia la razón, yo sabia que no tenía que pisar esa baldosa por que me iba a caer.
Yo sabía que enojarme no llegaba a nada, no fuiste el mejor ejemplo de lo que tenia que hacer, sino de lo que tenia que evitar.
Y lo hiciste bien, yo también vi la rabia en vos, pero por alguna extraña razón nunca vi lagrimas.
No te odio, no quiero que te vayas, y capaz cuando ya no estés es por que la verdad no me gasté en intentar que las cosas estuvieran realmente bien. Entonces cuando me veas volver no abras la puerta.
La mayor estupidez que puedo llegar a hacer es arrepentirme de esto que estoy escribiendo.
Por que al final la rabia y el odio me va a llevar al infierno.